La empresa Arruti ha concluido las obras de reforma de la cubierta de la Torre de Pero Niño, en Sovilla, una actuación con la que se da por terminada la rehabilitación de la torre medieval de San Felices de Buelna, iniciada hace una década. La cubierta del edificio presentaba problemas de filtraciones de agua a través de las nuevas ventanas superiores, y el alcalde, José Antonio González Linares, no quería que uno de sus buques insignias tuviera el más mínimo defecto. Según el informe técnico, con el fin de subsanar estos problemas se hicieron varios refuerzos en la cobertura de cobre del edificio, se clausuraron las ventanas que daban problemas de filtraciones y se abrieron otras nuevas de fácil acceso por si fuera necesaria una nueva actuación.
Concluido el proyecto, se dar por terminada la obra, con una inversión que ronda los 26.000 euros en la última fase. «Afortunadamente la restauración ha sido un éxito y ahora tenemos un joya de lo que, no hace tanto fueron cuatro paredes desahuciadas», decía el alcalde, orgulloso además por los buenos datos de visitas de una torre convertida en centro de interpretación del medievo. «Las cosas se hicieron bien pero con poco dinero y siempre nos dio problemas el tejado. Ahora, con todo nuevo hemos dado el remate definitivo a la obra, la guinda de esta joya».
En su recorrido por la comarca, el obispo, Vicente Jiménez, ha visitado la torre con el alcalde como anfitrión y guía. El obispo pudo escuchar del alcalde los detalles del proyecto de mejora interior y exterior, con una reciente reforma completa del entorno que ha mejorado el acceso y aparcamiento para los muchos visitantes que llegan a diario.
Crece el interés
La Torre del Almirante Pero Niño se acerca a sus cuatro años como Centro de Interpretación de la Edad Media y de la biografía del primer Conde de Buelna, y lo hace, como decía el alcalde, con un buen dato en cuanto al número de personas que han pasado por las instalaciones que alberga ese histórico edificio militar situado en Sovilla, en San Felices de Buelna.
El concejal de Cultura del Ayuntamiento, Federico Crespo, explicaba que en este año se esperan superar las 3.000 visitas, todo un hito para una torre que hace apenas unos años estuvo a punto de declararse en ruina. En 2010 el número de visitantes a la Torre de Pero Niño fue de 2.857 personas y por los datos de lo que va de año, en 2011 se superarán con creces estas cifras.
El Ayuntamiento de San Felices de Buelna no descarta convocar algún algún acto para presentar públicamente las obras que se han realizado en uno de sus iconos patrimoniales, un edificio que hace menos de una década era una ruina.
En la actualidad, llama la atención el entorno del edificio, con los nuevos accesos y, sobre todo, con más plazas de aparcamiento para vehículos particulares y autobuses, lo que se aprovecha para potenciar las visitas colectivas. También se ha ampliado la zona verde y el parque al sur de la torre.
Hizo falta entrar en el siglo XXI para comenzar a pensar en que la rehabilitación de la torre, monumento histórico artístico de carácter nacional desde el 13 de octubre de 1983, era posible. El 6 abril de 2000, el Consejo de Gobierno acordaba aprobar el proyecto básico de restauración y acondicionamiento de la Torre de Pero Niño, promovido por el Ayuntamiento de San Felices de Buelna que ya presidía José Antonio González Linares.
Las obras comenzaban a finales del año 2000 y, después de acometer el proyecto de reforma en tres fases, en el año 2004 comenzaba una nueva etapa, la de diseñar el interior para albergar un museo que se abría oficialmente el 12 de enero de 2008.
Y luego, su entorno
El siguiente y decisivo paso fue la mejora del entorno del edificio. Aprovechando distintas ayudas estatales y regionales, el Ayuntamiento lideró en marzo de este año una transformación que mejoró la imagen de uno de los mejores edificios militares del medievo en Cantabria, soterrando el cableado y ampliando la zona verde, además de facilitar con zonas de aparcamiento la visita de cuantos pasan por el centro de interpretación que acoge.
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