jueves, 29 de diciembre de 2011

La rehabilitación energética de los edificios permite un ahorro medio de hasta el 30%

Eficiencia energética y arquitectura. Desde simples planes renove de ventana hasta rehabilitaciones integrales de los edificios. No cabe duda de que estos temas darán mucho que hablar en los próximos años. No sólo por su importante potencial de ahorro energético, entre el 25 y el 30% en los consumos domésticos, sino por su contribución a la generación de actividad económica, crucial en el actual contexto económico. Se prevé que en el conjunto de la Unión Europea el número de empleos cualificados que demande este sector se duplique en el horizonte de 2015 para poder cumplir con los objetivos de ahorro energético y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a los que se ha comprometido la UE para 2020. Podría ocupar a 2,5 millones de trabajadores cualificados, frente a los 1,5 millones que operan en el mismo en la actualidad.
Con el objetivo de divulgar las diferentes propuestas y experiencias en materia de rehabilitación energética compatibles con el objetivo comunitario, el Colegio de Arquitectos de Asturias y la Fundación Asturiana de la Energía (FAEN) celebrarán el próximo martes en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo la primera jornada técnica sobre esta temática.
El evento fue presentado ayer por la vicedecana del Colegio, Ana Primo, y el coordinador de la FAEN, Juan Carlos Aguilera, que destacaron que el sector de la edificación es clave para cumplir los objetivos de ahorro de energía y emisiones de gases de efecto invernadero impuestos por la Unión Europea, dado que es responsable del 40% del consumo total de energía y del 36% de las emisiones de dióxido de carbono.
Primo argumentó que un edificio habitado es «un organismo vivo, que presenta patologías y defectos constructivos», por lo que todos aquellos inmuebles con más de dos décadas deberían ser sometidos a auditorías. Según explicó, en la actualidad la normativa no obliga a realizar inspecciones técnicas de edificios con carácter periódico, que se dejan en manos del «sentido común» y las iniciativas autonómicas se limitan a ayudas a la rehabilitación.

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