viernes, 27 de enero de 2012

Pizarro reclama un plan director de restauración para Santo Domingo. Plasencia (Extremadura)

La iglesia de Santo Domingo debe tener un plan director que marque las prioridades de restauración y futuras intervenciones en el monumento. Este es el criterio defendido por el alcalde, Fernando Pizarro, ante la directora general de Patrimonio de la Junta de Extremadura, en la reunión celebrada en Mérida. El regidor local demanda la redacción de este documento por la Consejería de Educación y Cultura, vista el protagonismo patrimonial del templo, su actual el estado y la necesidad de intervenir . «Junto con el plan director de la muralla que demandamos, para nosotros es prioritario el de Santo Domingo que garantice la paulatina rehabilitación del edificio», explicó el alcalde.
El área de Patrimonio municipal ya ha realizado un «análisis efectivo» de las patologías que afectan al monumento, documento que avala técnicamente la demanda de Pizarro.
Entre las más graves destaca éste documento las humedades que afectan a distintas zonas de los muros y a otras diversas partes del edificio, la situación del retablo de azulejos talaveranos y de la sacristía que lo alberga, el deteriorado estado del gran retablo, del órgano y la situación de la cripta que podría acarrear problemas al edificio si no se cuida, señaló el alcalde.
Este reconoció que el Ayuntamiento ha realizado algunas intervenciones de urgencia en la iglesia, como el cierre de alguna ventana, para evitar humedades, aunque la de integral del templo debe asumirla la Junta de Extremadura, que tiene cedido el inmueble. Ésta ya acometió hace años la renovación de las cubiertas una vez reconocida la precaria situación de los tejados y los problemas que causaban al inmueble.
«Ahora se trata de ver cómo se hacen las cosas, de cómo se aborda la restauración y conservación del templo y eso debe recogerlo un plan director», recalcó Pizarro. Éste debe redactarlo la Junta de Extremadura. Respecto al de las murallas de la ciudad, el alcalde señaló que debe acometerlo el Ministerio de Cultura dentro de la iniciativa general que englobe otros recintos fortificados de urbes extremeñas.
La necesidad de restaurar Santo Domingo viene dada no solo por los problemas que presenta sino también para dar estabilidad al proyecto del PP de hacer del templo un gran museo de la Semana Santa de Plasencia, tal y como ha señalado en diversas ocasiones Pizarro a los representantes de las cofradías.
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Para ello quiere mantener en perfecto estado el monumento y poner en valor sus tesoros artísticos, paso previo a la musealización. El imponente templo gótico cobija un rico patrimonio, caso de la antigua sacritistía que guarda un retablo único de azulejos talaveranos del XVI. Forma un espectacular friso sobre una imponente cajonera de nogal en mal estado, con representaciones del Calvario, apóstoles y santos dominico. Faltan diversos azulejos que se desprendieron del muro a causa de las humedades.
Actualmente se usa como almacén de piezas arqueológicas por la Junta de Extremadura y no puede visitarse. También destaca el gran retablo, construido entre 1580 y 1604, atribuido al entallador Francisco Ruiz de Velasco. Está formado por tres cuerpos con cinco calles, divididas por columnas cuatro entrecalles y un ático.
Del conjunto faltan algunas imágenes, llevadas a otros templos con autorización del prelado Martínez Acebes en torno a 1990, cuando cedió el uso de la iglesia a la Junta. El dorado y las tablas manieristas son de finales del XVI y están visiblemente deterioradas, al igual que el antiguo órgano.
También dispone de una cripta, con acceso bajo la capilla de los Zúñiga, en el lado de la epístola, panteón de los marqueses de Mirabel y condes de Berantevilla, descendientes directos de los fundadores y patronos del convento y templo erigido a finales del XV.
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