lunes, 25 de junio de 2012

Comunicación PATORREB 2012 “Algunas lesiones comunes de las iglesias salón: San Pedro en Cinctorres, San Jaime en Vila-Real, San Martín en Callosa de Segura”




Esta comunicación se presentó dentro del apartado de Patología estructural, con código P103.

Autor: Beatriz Sáez Riquelme (1), Ángel Miguel Pitarch Roig (2)
(1) Universidad Jaume I – Departamento Ingeniería de Sistemas Industriales y Diseño
(2) Universidad Jaume I – Departamento Ingeniería de Materiales y Construcción.

Los autores de la comunicación hna sido muy amables al permitirme publicar su trabajo en el blog. A continuación os transcribo la comunicación y las imágenes de la presentación.
-----------------------------------------------------

 RESUMEN
La comunicación que se presenta tiene como finalidad establecer la influencia de un modelo, las iglesias salón, difundido por toda España, sobre las lesiones que presentan algunos tempos de la Comunidad Valenciana.

El estudio se centra en tres de estas construcciones, elegidas por su disparidad cronológica: siglos XV y XVIII, y geográfica, norte, sur y centro de la Comunidad Valenciana, lo cual les confiere, unas condiciones adecuadas para estudiar el tipo.

De manera puntual se aportarán datos técnicos de los restantes templos columnarios erigidos en tierras valencianas y así como de otros situadas fuera de ellas. Para ello ha sido necesario realizar el análisis métrico, constructivo y estructural, abarcando desde el terreno en el que se asientan, hasta la composición de sus fábricas y bóvedas, junto con el análisis de sus alteraciones.

La comparación de los informes realizados de forma individualizada permite apreciar la existencia de lesiones comunes en muros, pilares y bóvedas, en edificios construidos sobre orografías distintas, y con materiales y sistemas constructivos diversos, pero con un denominador común, el modelo seguido.
La investigación, interdisciplinar, técnica y comparativa, es la piedra angular del estudio de la patología estructural de nuestros edificios históricos, y garantiza el correcto conocimiento de los mismos, necesario para su mantenimiento y su rehabilitación.

Palabras-clave: Patología, patrimonio y iglesias salón.

I. METODOLOGÍA UTILIZADA
Para alcanzar un conocimiento de los edificios estudiados, ha sido necesario su análisis desde diferentes disciplinas, como la historia para conocer la cronología de las construcciones y datos constructivos tales como: técnicas, materiales… el estudio arquitectónico basado en la inspección ocular y toma de datos directa y los levantamientos de planos, para completar los conocimientos técnicos de los edificios.

II. ORIGEN Y ANTECEDENTES DEL MODELO Y DEL SISTEMA CONSTRUCTIVO DE LAS IGLESIAS SALÓN
El origen, del concepto espacial de este modelo de construcción religiosa, se sitúa en Italia y Alemania, con las halls crypt de principios del XI, como la cripta de San Pedro en Agliate de Lombardía (STALLEY 1999: p.152). Sin embargo la concepción formal actual proviene de la arquitectura gótica del siglo XIV, como la Iglesia de San Lorenzo de Núremberg (XV).

En España, las primeras hallenkirchen datan del siglo XVI, Colegiata de Bolea de Huesca (1535 y 1556), iglesia de San Martín en Callosa de Segura (1494-1553), resurgiendo el modelo en la primera mitad del 1700 en Teruel con iglesias de nueva planta como la de Calaceite (1694), la Colegiata de Alcañiz (1735), y posteriormente la arciprestal San Jaume en Vila-real, Castellón (1752-1779), Benifairó de les Valls, Valencia (1773-1790).


Finalmente el modelo se exporta a Hispano América, gracias a los frailes-arquitectos que por la presión de las Reales Académicas se vieron obligados a emigrar, construyendo en algunos casos iglesias salón como la Catedral de Potosí, Bolivia (1808-1836) del fraile franciscano Manuel Sanahuja (GARGANTÉ 2007-08: p.249-276).

Rafael Guastavino (1885-1962), supuestamente nieto de Juan José Nadal (autor de las trazas y parte de la ejecución de la arciprestal de Vila-real), dio nuevamente difusión en los Estados Unidos al concepto espacial y la técnica de las bóvidas tabicadas. (VEGAS y MILETO s. d., 2011).

III. CRONOLOGÍA DE LAS IGLESIAS ESTUDIADAS
Los tres tempos estudiados corresponden a momentos de expansión demográfica y económica. Callosa de Segura, vive su apogeo entre finales de los siglos XV y XVI, derivada de la visita de los Reyes católicos, mientras que Vila-real y Cinctorres en la segunda mitad de XVIII, como resultado de períodos de paz y salud del Reino.

La población de mayor relevancia es Vila-real, «[…] la población más populosa de la Plana después de Castellón». (GIL 2004: p.344), seguida por Callosa y por último Cinctorres. Esto, junto con el tamaño de las poblaciones, Cinctorres «250 vecinos, incluso los que habitan en los cortijos […]» Cavanilles 1795-1797, en (LACARRA, 1995: p.21), lo que puede dar idea de los recursos con que se contó para la construcción de los templos.

En los tres casos, fácilmente tendría cabida toda la población tal como ocurría en las iglesias de planta salón erigidas en Guadalajara «se plantean como programas grandilocuentes y monumentales, con dimensiones que sobrepasan las necesidades reales.» (MUÑÓZ 1996: p.279).

IV. CARACTERÍSTICAS CONSTRUCTIVAS
Antes de juzgar el porqué de la existencia de ciertas lesiones, es necesario el conocimiento del entorno, de los materiales y soluciones constructivas utilizadas.

1. Orografía
Los mapas del Instituto Geológico y Minero Español y la observación del terreno permiten deducir que las dos arciprestales se erigen sobre suelo arcilloso, mientras que la parroquial de Cinctorres sobre calizas microcristalinas, con formaciones rocosas de calizas margosas y areniscas en las proximidades.

2. Materiales empleados en los elementos estructurales
No ha sido posible la observación directa de la cimentación, sin embargo de la documentación histórica se deduce, que en el caso Callosa está compuesta por sillería (MANDOZ 1845–1850), mientras que en los restantes casos, Vila-real «els treballs a peu d’obra tirando las lineas para abrir y masisar los simientos de ella […]» (BAUTISTA et ál. 2002: p.202), junto con el conocimiento constructivo que se tiene de la época, permite sugerir que se trata de zapatas corridas, generalmente rellenas de bolos.

Los muros en San Martín son de sillería, mientras que en San Pedro de mampostería, y San Jaime de mampostería verdugada con ladrillo y zócalo de sillería.

A la fachada principal se le da una mejor apariencia con un trasdosado de sillería en Cintorres y con un revoco fingiendo sillería en Vila-real, reforzándose las esquinas con encadenados de sillería, siempre con materiales propios del lugar, biocalcarenitas en Callosa, calizas en los sillares de Vila-real, calizas y margas en la mampostería y calizas micríticas en Cinctorres.

Los pilares de Callosa son de sillería moldurada, pero en las restantes el material que las recubre impide constatar su materialidad. Sin embargo en las ruinas de Cuevas de Cañart las basas están formadas por grandes sillares y los fustes son de mampostería. Así mismo, algunos desconchados en el santuario de Càlig, junto con la análisis de los recrecidos de los pilares en Vilar de Canes, Castell de Cabres, Montán y San Vicente de Piedrahita, hacen pensar que en esta zona los pilares son de mampostería, y que en algunos casos tras la Guerra Civil se han realizado recrecidos posteriores con ladrillo macizo; Cinctorres y Vilar de Canes.

En las bóvedas, la tradición constructiva del siglo XV, de clara influencia murciana, da lugar a bóvedas de estereotomía, mientras que las del XVIII, construidas por alarifes aragoneses, proporcionan ejemplos tabicados, entre 5 y 7cm en Castell de Cabres, 11cm en Culla, 10cm en San Vicente y 3cm en Vilar de Canes. Existen por tanto abovedamientos de 1 ó 2 roscas, y en algunos casos con un enlosetado pétreo superior. En Vila-real y Cinctorres se desconoce su espesor, pero es previsible que sean de dos roscas. Las de Cinctorres fueron reconstruidas en la postguerra. En las castellonenses se aprecia el arriostramiento mediante la utilización de lengüetas, disponiendo en sus senos de rellenos inferiores a 1/3 como recomienda (FRAY LAURENCIO, 1639: p.92).

Las bóvedas de Callosa son vaídas, mientras que en las otras dos son de cañón con lunetos en la nave central, de arista en las laterales y de lunetos en los brazos.

Las cúpulas constituyen un caso particular de abovedamientos, siendo diferente en los tres casos estudiados. En Callosa de esteretomía, con forma semiesférica de Ø 11,80m. Las castellonenses son tabicadas, la de Vila-real formada por 2 hojas de 8 cm con arranque común, de Ø 12,10m peraltada 2/3, siguiendo las indicaciones de (FORNÉS I GURREA 1841: p,40), y la de Cinctorres, de Ø 9,06m también peraltada. En los tres casos se elevan sobre tambor octogonal, el de Sant Pere construido a la manera aragonesa, con aparejos de ladrillo macizo visto que envuelve gran parte de la calota exterior de la cúpula, mientras que en las otras dos con tambores que no sobrepasan el arranque de la cúpula.

Se desconoce el sistema de sustentación de cubierta de la arciprestal callosina, si bien se puede suponer un entramado de tabiquillos con elementos aligerantes. Una solución totalmente inédita la constituye el sistema de sustentación de la cubierta vilarealenca, formado por unas segundas bóvedas, mientras que el sistema de la cinctorrena, se realiza a base de cerchas de madera de pino, abundante en la zona, que apoyan sobre pilares y sustentan un tablero de madera. En todos los casos los tableros se cubren con teja árabe sin vidriar, reservándose para las cúpulas las vidriadas, blancas o azules.

V. LESIONES COMUNES
Independientemente de la patología particular de cada construcción, se han algunas lesiones que se repiten en las iglesias de planta salón. Por tanto, el análiis se centra en estas y en particular a las que afectan a las tres construcciones analizadas.

1. Fisuras longitudinales en las bóvedas
Estas fisuras parten del crucero, y se extienden en el sentido del eje de las naves hacia los pies del templo atravesando incluso los arcos fajones. Se han detectado en las naves principales (Vila-real, Cinctorres), y en ocasiones en las laterales y a 1/3 del apoyo (Vila-real), llegando a afectar incluso a la cúpula, como manifiestan las fisuras radiales de la cúpula de Cinctorres, si bien no siempre siguiendo la direccionalidad de las bóvedas.
Estas fisuras también se han detectado en otras iglesias del mismo modelo: Cálig, Castell de Cabres, Les Coves, Montán, Sueras, la Colegiata y los Franciscanos de Alcañiz.

Estas lesiones también se aprecian en iglesias basilicales, como el Adjutori de Benlloch, o en templos con tres naves a diferente altura como la de Santiago de Lorca.

2. Fisuras en los muros de fachada
En San Martín se aprecian fisuras verticales marcando el eje de la fachada posterior y en San Pedro en la principal. Mientras que las fisuras verticales en los muros laterales, que coinciden con la posición de las pilastras, se aprecian en la arciprestal de Callosa y en la Asunción de Portell, de sillería, ó en la de Ribesalbes, de mampostería.
En iglesias no salón es común apreciar fisuras verticales sobre los dinteles de las puertas de acceso principal, pero la abertura de estas es diferente a las estudiadas, puesto que en nuestro caso la fisura es mayor en la parte superior de la fachada.

3. Desplome de los pilares
En los templos longitudinales este desplome se produce hacia las naves laterales, apreciándose en los templos de Vila-real y Cinctorres. Ambas construcciones sufrieron los detonaciones en la Guerra Civil, en la primera en forma de metralla, pero la segunda fue dinamitada desde el interior. Sin embargo la lesión se repite en otras iglesias como Calig, Culla o Les Coves, que no sufrieron estas agresiones accidentales.
Este desplome no se ha detectado en otros modelos, ya que en los templos cuyas naves se sitúan a diferente altura, los pilares están arriostrados por las naves laterales.



VI. HIPÓTESIS DE COMPORTAMIENTO
La característica fundamental de estas construcciones viene de mano de sus bóvedas, y la cota de arranque de las mismas en todo el templo, 14,40m en Callosa, 22,21 en Vila-real y 12,86m en Cinctorres.
Independientemente del material con que se resuelven estas bóvedas, sillería o tabicadas de ladrillo, trabajan de forma similar, ejerciendo empujes sobre los pilares o los muros laterales, proporcional a su peso, mayor en las pétreas que en las tabicadas.

Al carecer de elementos de contrarresto tales como contrafuertes o arbotantes la absorción de esfuerzos transmitidos por las bóvedas recae sobre los pilares cuyas esbelteces son 1,35/14,40, 2,02/22,21, 1,33/12,86 (Callosa, Vila-real y Cinctorres).

En el modelo que nos ocupa, las bóvedas de la nave principal son de mayor luz que las laterales lo que supone un mayor empuje provocando el desplazamiento de la parte superior de los pilares, y de este modo la aparición de fisuras en la parte central de la bóveda principal, por tracción en la parte inferior, y en las bóvedas laterales por compresión de las mismas. De otro modo, cuando los arcos fajones de estas bóvedas laterales tienen suficiente rigidez, puede provocar el empuje sobre el muro de cerramiento, y cuando este carece de sección suficiente, fisuras en las fachadas laterales.

Fray Lorenzo de San Nicolás estima las dimensiones mínimas que deben tener los sistemas de contrarresto de las bóvedas de cañón de las iglesias basilicales, resumidas en una tabla por (HUERTA, 1999: p.89). Aplicando dichos valores se obtiene:

Tabla 1.- Espesores de los muros y pilastras
Iglesia
Luz Bóvedas
Según Fray Lorenzo
Realidad construida
muro
contrafuerte
Muro
pilastras
Callosa (piedra)
14,40
L/6= 2,4m
L/3= 4,8m
2,10m
0,90m
Vila-real (tabicada)
22,21
L/8= 2,77m
L/4=5,55m
1,14m
4,94m
Cinctorres (tabicada)
12,86
L/8= 1,60m
L/4=3,21m
1,51
2,23m

Si bien el modelo analizado por Fray Lorenzo es diferente al nuestro, cabe reseñar que los valores de cálculo son superiores a los valores dimensionales de los elementos construidos, por lo que esta puede ser una de las causas de las lesiones analizadas.

VII. CONCLUSIONES
Los cálculos obtenidos con la aplicación de las recomendaciones de Fray Lorenzo, no son resolutivos, sin embargo la suma de los resultados numéricos a los obtenidos por comparación de edificios construidos con en distintas épocas y diferentes materiales y orografías, permiten confirmar que existen lesiones ligadas al modelo de iglesias salón.

Si bien algunas lesiones no son exclusivas del tipo como las fisuras longitudinales también frecuentes en las iglesias basilicales con estribos insuficientes. Otras como las fisuras en los muros laterales, las fisuras en los muros de fachada o cabecera y el desplome de los pilares son propias de este modelo arquitectónico.

VIII. REFERENCIAS BIBLIGRÁFICAS
BAUTISTA I GARCIA, Joan Damià. Esglésies-Saló del segle XVIII a les comarques valencianes. p. 202. Funcación Dávalos Fletcher. Castellón, 2002.
FORNES I GURREA, Manuel. Observaciones sobre la Práctica del Arte de Edificar. p. 40. Imprenta de Cabrerizo. Valencia, 1841. Ed. Facs. Librería París-Valencia. Valencia, 1993.

Fr LAURENCIO de S. Nicolas. Arte y Uso de arquitectura. p. 92. Madrid, Primera edición 1639. Segunda edición 1664.

GARGANTÉ LLANES, María. “La filiación catalana de la catedral de Potosí: aproximación a un modelo”. LOCVS AMOENVS nº9 2007-08, p. 249-276. Bellaterra, Universitat Autònoma de Barcelona.

GIL SAURA, Yolanda. Arquitectura Barroca en Castellón. p. 93-96, 199, Diputación de Castellón. Castellón, 2004.

HUERTA FERNÁNDEZ, Santiago. "La mecánica de las bóvedas en su contexto histórico: la aportación de los Guastavino" en Las bóvedas de Guastavino en América, p. 87-112, 89. Editorial Instituto Juan de Herrera. Madrid, 1999.

LACARRA, Julio; SÁNCHEZ, Ximo; JARQUE, Francesc. Las observaciones de Cavanilles 200 años después. Libro primero, p. 21-22, Fundación BANCAJA. Valencia, 1995.

MANDOZ IBÁÑEZ, Pascual. Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar. 5. p. 323-324. Madrid, 1845–1850.

MUÑOZ GIMÉNEZ, José Miguel “Las Iglesias de Salón en la provincia de Guadalajara” en Wad-al-Hayara, nº 23, p. 271-306. (1996) Diputación General de Guadalajara, Guadalajara.

STALLEY Roger. Early Medieval Architecture. p. 152, Oxford University. Oxford, 1999.

VEGAS, Fernando; MILETO, Camila. “El eslabón perdido”. International Symposium Tile Vaults 2011 Universidad Politécnica de Valencia, Valencia, (Sin editar).

No hay comentarios:

Publicar un comentario