lunes, 4 de junio de 2012

El Concello afronta una obra de urgencia para conservar el horno romano de Pescadoira. Concello de Bueu (Pontevedra)

La situación y el estado del horno romano hallado en el año 2000 en Pescadoira distan mucho de ser las idóneas para su conservación. Los restos están almacenados desde hace años en la nave municipal de Castiñeiras a la espera de que algún día se materialice el proyecto para la construcción de un aula arqueológica y mientras tanto su deterioro es progresivo. Para frenarlo y garantizar su conservación desde el Concello de Bueu han contactado con una empresa especializada y que ya presentó una memoria con los trabajos que resultan más urgentes. La actuación se asumirá de inmediato y solo falta la autorización por parte de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural.

El traslado de los restos a otro lugar más adecuado por ahora es imposible y por lo tanto la propuesta de los técnicos pasa por mejorar en lo posible las condiciones de conservación de los mismos. La relación de tareas a realizar incluye su separación del suelo mediante una serie de cuñas colocadas en todo su perímetro; rebajar el pavimento sobre el que se asienta y una franja de 50 centímetros a su alrededor, un espacio que se rellenará con areana o gravilla para que el horno tenga al menos un mínimo aislamiento de la humedad del terreno; y protegerlo con una lámina de polietileno negro para evitar que siga deteriorándose por culpa de la acción del agua y la luz. Estos trabajos se complementarán con el desescombro y desbroce del entorno del horno y un tratamiento adecuado de las piezas sueltas.

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La responsable de la Concellería de Patrimonio, Mariña Loira, asegura que el ayuntamiento está dispuesto a asumir la actuación y que sólo resta la pertinente autorización por parte de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultura, que depende de la Consellería de Educación e Cultura. El trabajo estará dirigido por dos restauradoras de la empresa Tomos, que en su día participaron en el proceso para extraer, controlar y documentar el horno romano. Por su parte, el consistorio aportará el material de obra necesario y cuatro peones para poder ejecutar las obras necesarias.

La larga espera para el aula arqueológica
El horno romano se halló en el año 2000, durante las obras para la construcción de una urbanización en Pescadoira y que ocupaba terrenos de la antigua fábrica conservera de Alonso. Los restos que se conservan tienen un diámetro de casi cuatro metros y se corresponden con la zona de combustión. Este horno al parecer estaba destinado a la cocción de ánforas para el envasado de las salazones que ya existían en la zona, en los primeros siglos de nuestra era. A pesar de que es uno de los escasísimos elementos de estas características que se conservan en el norte y noroeste de la Península Ibérica lo cierto es que más de una década después de su descubrimiento sigue esperando un lugar digno en el que ser expuesto.

El ayuntamiento dispone de un bajo en la propia urbanización de Pescadoira y hasta la fecha ha presentado varios proyectos para convertirlo en una sala museística o aula arqueológica. El problema siempre ha sido el mismo: la financiación. Los últimos intentos se centran en la línea de ayudas del Grupo de Acción Costeira Ría de Pontevedra (GAC), aunque sin demasiada fortuna debido a las estrecheces del presupuesto y a la elevada inversión necesaria. No obstante en la última convocatoria el ayuntamiento presentó una nueva propuesta y que está pendiente de ser valorada.
Faro de Vigo

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