martes, 4 de septiembre de 2012

Una nueva ordenanza obligará a certificar desde 2013 la seguridad de todo el parque inmobiliario.


A partir del próximo año 2013, la totalidad de edificios del municipio deberá someterse a una inspección técnica que garantice su estado y, sobre todo, sus condiciones de seguridad. Así lo establece una ordenanza municipal que prepara el concejal de Urbanismo, Antón Louro, y que pretende que se apruebe a finales de este año. Esta nueva normativa completará la ordenanza que desde hace década y media existe en Pontevedra, pero que se limita a exigir la inspección de determinadas fachadas, en especial aquellas recubiertas de losetas o de aplacados de piedra. La ordenanza actual fue pionera en su época y sirvió de modelo para las que se crearon después en otros municipios, pero se admite que ahora está "obsoleta y desfasada".

Con la aprobación de esta nueva ordenanza, Pontevedra se convertirá en el undécimo municipio gallego que exigirá a los propietarios de inmuebles y comunidades de vecinos la contratación de una empresa especializada con el fin de que realice una inspección exhaustiva del sistema eléctrico, cubiertas, cimentaciones, fachadas, instalaciones de agua y demás elementos que inciden en la seguridad y buen estado de los edificios. En su certificado final, estos especialistas deberán determinar el estado real de la edificación y, de ser el caso, determinar qué mejoras precisa.

Louro admite que este tipo de certificados supondrá un gasto para los propietarios, pero ha explicado que la finalidad básica es garantizar la seguridad y "evitar lamentables accidentes", tanto por la caída de elementos de las fachadas como por hipotéticos desplomes de inmuebles, un fenómeno que se considera improbable, pero en el que se recuerdan episodios recientes como un edificio abandonado de la calle César Boente que ya ha registrado derrumbes interiores e incluso algún incendio.

El concejal de Urbanismo recuerda que "en Pontevedra no se han producido accidentes graves, pero basta con que se produzca la caída, total o parcial, de un solo edificio, para generar una grave alarma social". Además señala que la futura ordenanza "es una obligación derivada de las leyes gallega y estatal".
El principal asunto pendiente de esta futura ordenanza radica en determinar la antigüedad a partir de la cual se obligará a realizar estas inspecciones, así como su posterior periodicidad. Se baraja exigir este certificado a partir de los diez años. El sistema es similar a la ITV de los vehículos, que comienzan a ser objeto de estas inspecciones al cumplir un cierto número de años y después deben superarlas periódicamente.

En Galicia existen diez municipios con esta ordenanza. Se trata de A Coruña, Cangas, Culleredo, Ferrol, Lugo, Oleiros, Ourense, Ribadeo, Santiago y Vigo. Esta última es la que se considera más apropiada y que mejor funciona, por lo que sirve de modelo para la pontevedresa.

En coordinación con los colegios de Arquitectos y Aparejadores
Las directivas de los colegios profesionales de Arquitectos y de Arquitectos Técnicos y Aparejadores y el concejal de Urbanismo, Antón Louro Goyanes, comenzaron a trabajar conjuntamente en este asunto a finales de 2011. En una reunión celebrada en octubre se puso sobre la mesa la posible elaboración de esta ordenanza de Inspección Técnica de los Edificios (ITE), dado que Pontevedra es la única de las siete grandes ciudades gallegas que carece de un mecanismo de este tipo. Louro ya apuntaba entonces que las inspecciones ayudarían a prevenir accidentes y siniestros de todo tipo. También se analizó entonces la creación de otra ordenanza, esta vez de simplificación en la tramitación de las licencias en la Concejalía de Urbanismo, que también está a punto de ver la luz.

Posibles sugerencias
Hace poco más de un mes, el propio Louro presentó a la Delegación de Pontevedra del Colegio de Arquitectos los borradores de ambas ordenanzas, con el fin de que los profesionales realicen sus aportaciones y sugerencias a ambos textos legales, incluso con carácter previo a su aprobación inicial y exposición al público.

La ordenanza de simplificación regula los locales con hasta 300 metros cuadrados útiles de venta y exposición, lo que abarca la práctica totalidad, con la única exclusión de actividades clasificadas, molestas o insalubres.
En cuanto a la ordenanza de la ITE, el Colegio considera que las inspecciones son una fuente muy valiosa de información, que hasta ahora no existe, para evaluar el estado de conservación de los edificios del municipio. Según recalcaron, hay inmuebles en un estado lamentable. Por lo que consideran que las inspecciones son fórmulas preventivas pensadas para evitar que problemas, muchas veces incipientes, vayan a más y se produzcan situaciones de riesgo.

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