miércoles, 28 de noviembre de 2012

Edificaciones educativas en ruinas de Piloña (Asturias)


La falta de euros amenaza con destruir los cimientos que sirvieron para construir la sociedad de la zona rural de Piloña. La ausencia de un mantenimiento a lo largo de los años, así como la imposibilidad de acometer grandes reformas por la crisis financiera municipal ha provocado que al menos media docena de edificios públicos de diferentes pueblos del concejo estén al borde del derrumbe.


Imagen de la noticia 

Unos inmuebles que tienen una historia en común, ya que durante algún periodo sirvieron como escuela para los niños de sus respectivos pueblos. Si bien es cierto que en los últimos años se han acometido reformas importantes en edificios de este tipo en localidades como Borines, Antrialgo, Sieres o Villamayor, entre otros, son ejemplo de que la recuperación del patrimonio local continúa siendo una asignatura pendiente a día de hoy.

Claro ejemplo de ello es el edificio de las antiguas escuelas de Lozana, en la parroquia de San Juan de Berbío. Tras ser cerrado para el uso educativo pasó a ser gestionado por el consistorio y años después fue utilizado como bar e incluso actualmente una de sus partes es ocupada por una vivienda cuyo alquiler va a parar a las arcas públicas. A pesar de la explotación de esa propiedad, ahora por los vecinos que lo utilizan como local social, el edificio no recibió ningún tipo de mantenimiento durante décadas y a comienzos de este mes el ayuntamiento lo clausuró de manera parcial como medida de seguridad.

Una situación que un tiempo antes ya vivieron otras localidades como Belonciu. En este pueblo, la conocida como casa Vallín de los maestros ha sufrido un deterioro constante en los últimos 20 años, un daño que se ha acentuado desde hace casi dos cuando su estructura comenzó a amenazar con desplomarse. Esto provocó la reacción de los habitantes del pueblo, que vieron peligrar la integridad de los niños que pasean por la zona a diario y al mismo tiempo reivindicaban la rehabilitación de la casa como centro polivalente. Unas peticiones que tuvieron su resultado hace unas semanas cuando el ayuntamiento anunció que destinaría las ayudas del Principado a obras locales para, entre otras cosas, reparar el edificio en cuestión de meses.

Imagen de la noticia
Menos suerte tienen en otras localidades como Cardes o Melarde. En el primero de los casos, el viejo edificio de unos 200 metros cuadrados de superficie lleva años esperando a ser reparado pero, tras constantes promesas electorales incumplidas, las gentes del pueblo señalan que está a punto de venirse abajo. Algo similar a lo que ocurre en Melarde, donde los vecinos tienen que mirar el tiempo antes de convocar las reuniones en su vieja escuela construida en 194. La dejadez ha convertido su techo en un auténtico colador en el que las goteras son incontables.

También existen otros casos en los que estos edificios vivieron intentos de reparación, pero por una razón o por otra estos se han quedado a medias. En este grupo podría incluirse la escuela de Anayo. Se iniciaron los trabajos para su rehabilitación hace tres años, pero las obras fueron paradas por el Ayuntamiento, que denunció incumplimiento por parte de la empresa encargada de los mismos tanto en la calidad de los materiales empleados como en el respeto al proyecto original. Un conflicto que aún a día de hoy continúa pendiente del juzgado. Como más desafortunada se podría calificar la historia de la escuela de San Miguel, la cual ya estaba siendo reparada para crear cuatro viviendas sociales y varios locales públicos cuando, de repente, uno de sus pilares cedió, provocando el hundimiento de buena parte del edificio y encareciendo de una manera inasumible su presupuesto de reparación.

Imagen de la noticia
Una serie de casos que sin ninguna duda, se hubiesen podido evitar en caso de haber llevado una planificación periódica de revisiones durante los años de bonanza, pero que ahora podrían resumirse como la conjugación del hambre y las ganas de comer, pues a la escasez de recursos hay que unir la necesidad de una mayor disponibilidad de los mismos para abordar las obras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario