miércoles, 7 de noviembre de 2012

El edificio de Cimadevilla (del Escocia) sale de la ruina. Gijón


El edificio de Cimadevilla en cuyo bajo permaneció 28 años el pub Escocia iniciará esta semana su rehabilitación integral para albergar dos apartamentos y un pequeño local comercial, con aproximadamente la mitad de la superficie que ocupaba el emblemático establecimiento hostelero en la esquina de Fermín García Bernardo con la calle Vicaría.

En realidad el proyecto, redactado por el estudio de los arquitectos Ángel Mayor y Ramón Palat, plantea una reestructuración del inmueble, que es la única solución que los técnicos consideraban razonable para conservar con garantía un edificio con nivel de protección ambiental que sólo afecta a las fachadas. De hecho, la propia ficha del catálogo urbanístico vigente autoriza el vaciado de todo el interior. Y a esa tarea es a lo que se aplicará durante los próximos meses la empresa Construcciones VIR en el solar delimitado por las calles Vicaría, Emilio Olavarría y Fermín García Bernardo. Un solar donde, como es preceptivo en cualquier obra nueva que se desarrolle en el barrio alto, habrá que realizar excavaciones arqueológicas por si aparecen restos del pasado romano gijonés.

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El vaciado del edificio obliga a la propiedad a reconstruir y conservar elementos protegidos del inmueble, que son los constitutivos de los cerramientos exteriores originales (fachadas, incluidos sus revestimientos y elementos decorativos, carpintería exterior, antepechos de forja y cornisas).

Las actuales propietarias, las hermanas Luisa y Eva Hernández Piñole, desean mantener el uso de vivienda en las plantas altas y de local comercial en planta baja. Sin embargo, de acuerdo con el proyecto aprobado por el Ayuntamiento este espacio comercial resultante será de reducidas dimensiones (menos de 30 metros cuadrados), ya que parte de la planta baja y los altillos que ocupaban el viejo Escocia se utilizarán para las necesidades de ubicación del nuevo portal y el hueco para la escalera con ascensor, con el fin de adaptar la reconstrucción del edificio a los requerimientos de la normativa actual. En concreto, el área reservada a bajo comercial quedará limitada al frente que da a la calle de Fermín García Bernardo, junto a la Escuela de Práctica Jurídica. Por ese motivo el retorno del pub Escocia (en la Ruta de los Vinos desde el verano de 2011) se antoja complicado.

Permanecerá el color albero
La intervención en el edificio borrará cualquier rastro de la presencia del Escocia en las fachadas. Así, según confirmó el arquitecto Ángel Mayor Villarejo, se retirarán el mítico escudo del pub y los adornos de madera que decoraban el exterior del inmueble obra del afamado artista Navascués. Todo porque el catálogo urbanístico obliga a devolver las fachadas a su aspecto primigenio y rechaza las adherencias a la misma que se hayan podido hacer con el paso del tiempo. Sí parece que se mantendrá, no obstante, el color albero de la fachada. Y la novedad es que en planta baja se instalarán tres nuevas ventanas para favorecer la iluminación natural del nuevo portal, ya que así lo ha autorizado el Consistorio.

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El grave deterioro del inmueble que esta semana inicia su rehabilitación obligó a su desalojo en junio de 2010. El único inquilino por aquel entonces era el emblemático pub, que con anterioridad fue boîte, ya que las viviendas de las plantas superiores llevaban años deshabitadas y en un estado deplorable. Y las vigas de madera de la cubierta se habían podrido y venido abajo.

El Ayuntamiento abrió entonces un expediente ante la petición de la propiedad para declarar en ruina el número 2 de la calle de la Vicaría (esa es su dirección) y poder proceder a su demolición. De hecho, las hermanas propietarias llevaban intentando que el Consistorio hiciera caso a su petición desde 2006 y al final tuvieron que pleitear para conseguir su objetivo. Entre tanto, como medida de urgencia, ante el riesgo de derrumbe del inmueble, se procedió a apuntalar el interior y a arriostrar la fachada.

El estudio de arquitectura de Mayor y Palat, responsable del actual proyecto de rehabilitación, tuvo que presentar abundante documentación fotográfica y planimétrica para persuadir al departamento de legalidad urbanística del Ayuntamiento y al arquitecto municipal del área que el edificio incumplía todo requerimiento normativo de accesibilidad, habitabilidad, salubridad, seguridad y estabilidad.

La empresa que acometerá la reestructuración de este centenario edificio de Cimadevilla, VIR, también desarrolló la rehabilitación del inmueble anexo, la Escuela de Práctica Jurídica, hace ahora una década.

De mediados del siglo XIX y recrecido en torno a 1942
El arquitecto Ángel Mayor Villarejo ha podido saber por boca de las actuales propietarias que esta edificación de Cimadevilla, contigua al edificio Paquet del Muelle, tuvo su implantación en torno a 1850, aunque este dato no se ha podido comprobar documentalmente. Según los datos registrales recabados, en su origen fue un inmueble de planta baja, principal y desván que en 1903 pertenecía en dos sextas partes a los herederos de Romualdo Alvargonzález Sánchez y en las cuatro restantes a los herederos de Baldomera García Baones. Según ha podido averiguar Mayor Villarejo, el edificio fue ampliado en una planta en torno a 1942, fecha en que ya eran propietarias María Nieves Martínez Rodríguez y Nieves Piñole Martínez. En 1963 ya contaba con la configuración actual de plantas baja y altillos que heredaría el Escocia.

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