martes, 29 de enero de 2013

El yacimiento del Giribaile será señalizado para garantizar la seguridad tras los derrumbes. Jaén


El segundo desprendimiento de una gran mole de piedra en el yacimiento del Giribaile, el pasado mes de diciembre (el primero fue en 2008), ha encendido la alarma. Ya no sólo por los daños que ha sufrido esta inmensa zona arqueológica, que conserva importantes restos ibéricos, romanos, visigodos y árabes, sino por garantizar la seguridad de los visitantes. De momento, todos los daños que se han producido han sido en el patrimonio, pero al lugar se desplazan habitualmente turistas, derivados por el propio centro de interpretación del Giribaile, que gestiona el Ayuntamiento de Vilches, o a través de la ruta Viaje al Tiempo de los Iberos de la Diputación Provincial, y los informes apuntan a que no se puede descartar que vuelva a haber un desprendimiento.

El delegado de Educación, Cultura y Deportes de la Junta de Andalucía, José Ángel Cifuentes, explica que tras el desprendimiento del mes de diciembre enviaron a la zona un técnico, que ha elaborado un informe en base a su estudio de la zona. En ese informe explica que los principales daños que causó la roca fueron en las llamadas Cuevas del Giribaile, datadas en la época visigoda, y en las casas deshabitadas, propiedad de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que hay en la zona. Los daños no se pudieron valorar en toda su extensión porque «el técnico no pudo acceder a ciertas zonas por las piedras», explica el delegado.

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El informe final con el que ya cuenta la Junta habla de la necesidad de un estudio geológico de la zona, ya que se desconoce si en el futuro podrían producirse nuevos desprendimientos, «después de que haya quedado demostrado que ocurren por causas naturales». Pero en este punto es donde más se complica la situación. El yacimiento no está declarado como Bien de Interés Cultural (BIC) y casi en su totalidad es propiedad de un particular.

El delegado de Cultura asegura que la Junta de Andalucía ha decidido poner en marcha y liderar una especie de comisión en la que estén representados la Junta de Andalucía, los propietarios, el Ayuntamiento de Vilches y la Diputación Provincial. Representantes de cada uno de ellos, además de un profesor de la Universidad de Jaén (UJA) experto en el yacimiento, ya mantuvieron la semana pasada una reunión.

En ese encuentro, se acordó retomar la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de la zona por parte de la Junta de Andalucía, así como establecer unas medidas de seguridad básicas para los visitantes.

De esas medidas, según explica Cifuentes, se encargarían el Ayuntamiento de Vilches y la Diputación Provincial, y consistirían en el balizamiento y la señalización del entorno.

Estudio geológico
El tercer punto de acuerdo sería encargar el estudio geológico, «algo que es clave porque nos podría indicar por donde se puede sujetar el terreno para que no vuelva a producirse una situación de este tipo», dice el delegado. Según el informe de la Junta, «ese estudio podría hacerlo perfectamente la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que cuenta con personal y medios para ello», continúa Cifuentes, que explica que ese punto habrá que negociarlo porque reconoce que se trata de un estudio «complicado».

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