La Villa Romana de Río Verde se sumará
en breve al circuito de yacimientos de valor histórico visitables en la ciudad.
Tras seis meses de trabajos se ha dotado al conjunto de una techumbre que
protege sus importantes mosaicos de los efectos del sol, la lluvia y el viento.
Además se han incorporado pasarelas en el interior para evitar que el visitante
pise los restos. Pese a tratarse de un Bien de Interés Cultural, este vestigio
ha permanecido cerrado al público durante años. La burocracia ha ido retrasando
su puesta en valor desde finales de 2008 hasta hoy y por tanto su disfrute por
parte de los vecinos. Ahora la villa se ha desperezado y solo resta que se fije
una fecha oficial en el calendario municipal para su inauguración.
La actuación se ha centrado en la
protección de los valiosos mosaicos del yacimiento que datan del siglo I
mediante un sistema de cubiertas. Como ya adelantó SUR, se ha resguardado toda
la superficie de la parcela donde se ubica la villa: 698 metros cuadrados.
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El visitante se encontrará con una
estructura principal que cobija el espacio central y tres cubiertas secundarias
que hacen lo propio con el perímetro irregular del solar. La primera tiene un
perfil en arco rebajado soportada en cuatro puntos, mientras que las otras tres
son prácticamente planas. Además de mejorar las condiciones de conservación del
yacimiento, se han creado una serie de lucernarios para que entre la luz.
Asimismo, los trabajos han permitido mejorar los cerramientos perimetrales para
evitar actos vandálicos y de forma complementaria se ha modificado el acceso al
recinto.
Inversión
La empresa Arión, la misma que realizó
los trabajos de recuperación de la Basílica Paleocristiana, se hizo el año
pasado con la adjudicación de las obras por las que compitieron media docena de
firmas. El proyecto para dotar al enclave de una barrera eficaz contra los
efectos del salitre y las inclemencias meteorológicas que estaban dañando las
teselas, que poseen una originalidad especial respecto a otras villas romanas
del Mediterráneo, ha sido impulsado por el Ayuntamiento de acuerdo con la
Consejería de Cultura y con Patrimonio de la Junta de Andalucía.
La actuación se ha desarrollado con
cargo al llamado 1% Cultural, porcentaje de las inversiones que destina el
Estado a actuaciones relacionadas con el patrimonio histórico-artístico. El
Gobierno central ha aportado 275.800 euros de los casi 370.000 en los que se ha
valorado la actuación (75%). Mientras que el Ayuntamiento marbellí ha hecho
frente al 25% restante (92.000 euros). No obstante, el Consistorio también ha
sufragado una serie de actuaciones previas a estos trabajos de rehabilitación
que ascienden, aseguran, a 45.000 euros.
Tras años de trabajo en los despachos
y de meses sobre el terreno, la cuenta atrás para su reapertura al público se
ha puesto en marcha. No se trata de un asunto baladí. Según los expertos, este
vestigio es especialmente representativo del paso de los romanos por la zona.
La inauguración oficial marcará el paso previo a la llegada de los primeros
visitantes.
Una
visita guiada gratuita pondrá el desnudo sus secretos.
El Ayuntamiento de Marbella ha
programado para el próximo 13 de abril una visita guiada por el yacimiento
totalmente gratuita. Un especialista en Patrimonio municipal desgranará los
secretos del yacimiento arqueológico excavado en la década de los 60, que
constituye uno de los pocos ejemplos de un asentamiento romano familiar en el
litoral andaluz, imprescindible para conocer el ambiente doméstico en el que
habitaban familias de nivel económico medio-alto.
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La actividad forma parte del programa
impulsado por la concejalía de Cultura denominado 'Sábados: encuentros con la
historia', que persigue fomentar el conocimiento sobre el patrimonio cultural
que posee la ciudad. Los interesados en participar no tienen que inscribirse en
ningún sitio, basta con acudir al yacimiento el día señalado a las once de la
mañana.
Se trata de una oportunidad
excepcional. El vestigio lleva años cerrado a cal y canto, aunque fue declarado
en 2007 Bien de Interés Cultural, con la categoría de zona arqueológica, por
tratarse de unos restos especialmente representativos del paso de los romanos
por estos territorios.
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