martes, 7 de mayo de 2013

Ordenan reparar la ruina de la alquería de Ponsa. Valencia.


El propietario de la alquería de Ponsa, en el barrio de Nou Moles, tendrá que afrontar la reparación y consolidación de los restos del inmueble rural, según dictaminaron ayer los técnicos municipales tras el desplome parcial de la vivienda el pasado martes.

Así lo indicaron ayer fuentes cercanas al gobierno municipal, quienes hablaron de «consolidar y sanear» el inmueble al estar protegido. El catálogo de la revisión del Plan General lo define como Bien de Relevancia Local, por lo que cualquier demolición debería pasar antes por la Conselleria de Cultura.

La decisión ha sido, a la vista del valor patrimonial del inmueble, proteger todo lo que queda. Como informó este periódico, parte de la fachada se vino abajo por la situación de abandono y ruina de estos años, agravado por las lluvias de estos días. La parte demolida corresponde curiosamente con un cuerpo de la alquería a eliminar según la recomendación del catálogo, aunque las mismas fuentes precisaron que «no se puede derribar».

La alquería de Ponsa tiene sus orígenes en el siglo XV, aunque la reforma principal y que ha permanecido hasta la actualidad es dos siglos posterior. El despacho de arqueólogos Algarra y Berrocal hizo un estudio del inmueble a finales de 2011 y principios de 2012 antes de una reforma todavía inconclusa en parte de la alquería.

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Estas dependencias se destinarán a un restaurante, según la asociación de vecinos de Nou Moles. De momento, indicaron fuentes cercanas a la propiedad, está en tramitación para que pase de uso residencial a terciario. La alquería se encuentra dentro de un plan parcial, aunque la intención es proseguir la obra ya iniciada como una actuación aislada.

De momento, los bomberos han colocado puntales, tablas de madera en la fachada y una valla que rodea el perímetro. El solar que rodea la alquería es utilizado principalmente para estacionar coches, a pesar de que estos días está embarrado en su mayor parte.

La fachada principal de la alquería está tapada en parte por un andamiaje, aunque esa estructura se debe a las citadas obras de rehabilitación. La entidad vecinal propuso hace años que el conjunto se destinara a un centro de día para personas mayores, aunque ahora ya no persiguen esa reivindicación, dada la difícil situación financiera de la Administración.

La alquería de Ponsa es una de las pocas que subsisten en el barrio de Nou Moles, antigua zona de huerta y donde la edificación de nuevas viviendas fue encerrando esta construcción. El arquitecto Miguel del Rey, autor del catálogo de inmuebles rurales, sostiene que es recuperable a pesar de su mal estado actual, de ruina y que ha derivado en el desplome parcial. Las reformas pasadas perjudicaron la estabilidad de la estructura.
Las Provincias

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