jueves, 20 de junio de 2013

Elche. Un sector en rehabilitación.

El sector de la construcción se ha visto sensiblemente mermado y muy afectado en los últimos años. Tanto que su actividad más importante, y prácticamente la única, consiste en la rehabilitación y reforma de edificios, tanto de viviendas como de locales, establecimientos, naves o almacenes. Los datos de licencias de obras se mantienen y presentan la misma tendencia desde el año 2010. En esa fecha fue el primer dato positivo tras una considerable caída en este sector desde 2005 y con ello se logró romper con la tendencia negativa.

A este respecto, el concejal de Infraestructuras y Urbanismo, Vicente Granero, se muestra satisfecho con los datos de licencias de obra de los últimos tres años y lo que va de este 2013. En este sentido, en 2010 se realizaron 158 obras de rehabilitación de edificios, en 2011 fueron 135 y en 2012 subieron a 148. Asimismo en el primer trimestre del año se han concedido 31 licencias de obra.

En las licencias de 2012 referentes a obras mayores, a pesar de que disminuyó el número total respecto al año anterior, se realizaron casi el mismo número de trabajos en edificios, lo que significa que se mantuvo casi el mismo número de reformas. Aunque el porcentaje total de las licencias haya aumentado todavía no se han realizado todas las obras a las que se le ha dado licencia.

El presidente de la Asociación Técnico Empresarial de la Construcción (Ateco), José Quiles Soler, se refiere a estas tareas de reformas y rehabilitación como «un aliciente» para las empresas del sector, pero que «no sirven para dar trabajo». Los últimos datos revelan que alrededor de un 12% de las licencias de obra son para rehabilitación y reforma, una cifra «muy baja», como considera Quiles. Recuerda la situación por la que atraviesa este sector, y la que viven los ciudadanos, que muchas veces no se pueden permitir una reforma de obra mayor en sus viviendas o comunidades.

Y es que en la rehabilitación existen dos tipologías, la obra mayor y la menor. La primera se refiere a trabajos en estructuras, que conlleve tocar vigas o pilares. Luego están las menores, que son de todo tipo y que no afectan a la estructura del inmueble.

Obras menores
En este sentido, Quiles señaló que la actividad que últimamente desarrollan las empresas constructoras de la ciudad, «las cincuenta que quedaremos», se dedican a la obra menor, trabajos que no revierten lo suficiente en la economía de la constructora, ya que muchas de las intervenciones corresponden, por ejemplo, al cambio de una bañera por un plato de ducha, unos trabajos que no reportan apenas beneficios.

Tras el 'boom' inmobiliario este sector se encuentra paralizado, aunque como cuenta Quiles, ya se empieza a notar que se levantan los ánimos y se estudian pequeños proyectos. Y es que, como explicó, quedan muchos edificios construidos y sin vender, pero son los caros. «Las viviendas unifamiliares desde 100.000 a 200.000 euros están todas vendidas y es lo que demanda la gente. Todo lo que queda sin vender, son fincas en la playa que estaban destinadas a extranjeros y viviendas que ahora resultan demasiado caras».

Aseguró que hay ánimo de emprender proyectos por parte del sector, pero que el problema ahora son los bancos. «La banca es la gran inmobiliaria del país, no dan préstamos porque primero quieren liquidar su 'stock' de viviendas», aseguró.

En cuanto a la reforma de edificios, y en la misma línea de intentar impulsar la vivienda, recientemente el Consejo de Ministros aprobó el Plan Estatal de Vivienda 2013-2016, consistente en el fomento del alquiler y la rehabilitación de viviendas. Subvenciones tanto para el alquiler como para la rehabilitación, regeneración y renovación urbana, unas ayudas que aliviarán a muchos propietarios que se puedan ver en la situación de no ser capaces de asumir unas obras. El presidente de Ateco espera noticias de cómo se va a aplicar y a quién va a afectar esta nueva normativa estatal, que considera «beneficiosa para los ciudadanos y para las empresas del sector».

Aunque según el edil, la predisposición de la gente a arreglar los desperfectos en sus viviendas es muy buena, «los propietarios son conscientes de que tienen que reformar, y lo hacen», señaló. Y es que los desperfectos en fachadas por ejemplo, pueden causar daños a los viandantes si se producen desprendimientos a la calle.

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